AHORA SI EMPEZAMOS A CAMINAR.
El principio de una transformación urbana en El Carmen de Viboral, se hace tan evidente como lo debe ser su continuidad a largo plazo, un proceso de planeación proyectado al futuro municipio debe ser una herramienta tangible y medible en el nuevo PBOT, que permita entregar parámetros urbanos garantes del espacio público peatonal. Y en este capítulo, nosotros como habitantes de esta población podemos marcar las tendencias de urbanismo, que articuladas con el PBOT, desarrollen y proyecten parte del municipio que deseamos. Una población que no se asfixie en su movilidad.
La intervención de algunas vías en nuestro municipio, fueron articuladas hacia el peatón, y eso genera de alguna manera un respiro al asfixiante tránsito de nuestras calles. La intervención urbanística del parque principal, le devuelve la connotación pedestre a nuestro municipio que tanto la necesita. Debemos entender de igual manera que la plaza principal de nuestro municipio fue creada tal y como todas las del resto de américa latina en la época de la colonia, con un concepto amplio de convergencia social y de mercado. La administración municipal se dio a la tarea de devolverle el valor natural a dicha área, articulando al proyecto los nuevos y masificados modelos de transporte -Vehículos y motos – que naturalmente desplazaron la razón social del parque principal. Un proyecto bien logrado por parte de una alcaldía con una visión incluyente de su población, a ese necesario espacio urbano que se deriva de los lineamientos del decreto 1504 –del 98 y sus tres importantes elementos; Constitutivos, complementarios y normativos. Ya, con estos modelos de gestión, empezamos a visualizar con mejor evidencia, que la creación de nuevo espacio público en nuestro municipio es muy pobre, porque las cesiones o compensaciones de espacio de terrenos urbanizables en nuestras veredas pueden ser negociadas como si se tratara de un bien transferible geográficamente, amparados bajo el concepto jurídico de compensación. Y es ahí donde urbanizadores y entes de control distorsionan el fin de ese espacio único e intransferible para una nueva área urbanizada.
El espacio público es un tema complejo que va de la mano con la construcción de ciudad y la calidad de vida. Dada la forma en que se han desarrollado las ciudades colombianas, resulta de gran dificultad física que éstas puedan alcanzar el parámetro de 15 m2 x habitante de espacio público que establece el Decreto 1504/98 o el de 10 m2 x habitante del Plan Nacional 2019. Y si a esa meta tan utópica le sumamos una planeación urbana vulnerable a los intereses particulares, pues cerraremos la continuidad de ese modelo urbanístico exponencial en nuestro municipio que la administración municipal actual nos ha trazado.