LA CULTURA …NUESTRA ALIADA

ceramicaReunidos en torno a la comida
El proyecto Camino de la vereda, este año, puso su mirada en las cocinas tradicionales campesinas de El Carmen de Viboral, en dos núcleos zonales, diferentes en sus características geográficas: el de La Madera y el del Porvenir. En ambos se hace evidente que la cercanía con la zona rural del municipio marca sus actitudes, sus prácticas, la cotidianidad misma, y por supuesto, sus formas de comer. La cocina, el alimento y nuestras prácticas cotidianas se convierten en una misma cosa, marcan nuestra identidad, la transforman.
Cocinar, comer y compartir, son los propósitos de dos romerías realizadas en el marco del proceso, una en la vereda El Porvenir, en las tierras bajas con caminos de herradura del cañón del río Melcocho, y otra en la altitud de La Madera, cerca de La Florida. En la primera región el clima cálido predomina, productos como la yuca, el café y la caña son cultivados allí. En la segunda, al contrario, predominan las fresas, la papa y la ganadería, con énfasis en producción lechera.
Varias familias de ambas veredas, se visitaron mutuamente y fue allí donde se propició el diálogo de saberes entre los cocineros de ambos núcleos zonales.
Cocina entre montañas
Desde muy temprano salieron dos familias desde la vereda La Madera hacía la zona céntrica de El Carmen de Viboral, desde allí inició el viaje por la autopista, que se desvía por la carretera hacia Pailania, para llegar al cañón del río Melcocho.
Un recorrido en bestia que duró aproximadamente cuatro horas fue el preámbulo de la primera romería que se realizaría en la vereda El Porvenir, de ese cañón.
Después de recorrer caminos quebrados de verdes variados, llegan a la Institución Educativa Rural Nuevo Horizonte de El Porvenir, ese sería el lugar de descanso y albergue de los invitados. Allí, desde muy temprano, había personas del cañón cocinando y preparando todo para su llegada. La idea de esta fiesta popular era cocinar, probar y conversar sobre las recetas.
La comida no se hizo esperar, pandequesos de arroz, torta y migas de cangria, panelitas de leche y dulce de yuca, fueron algunas de las preparaciones que se acostumbran hacer en el cañón, de las menos conocidas y que se compartieron con los asistentes, al frente de la Escuela. Como era de esperarse, estas recetas no duraron servidas en la mesa, todos los comensales probaban y hablaban entre sí. Además, como representación de la comida de La Madera, se cocinaron un dulce de ahuyama y una torta casera grande, para generar el intercambio de saberes culinarios campesinos de los dos núcleos.
“Esa comida está muy rica”, “yo esas recetas no las conocía”, “hay que aprovechar este encuentro para saber cómo se hacen todas esas cosas”, “me gusta aprender mucho y poder preparar todo esto en la casa”, fueron algunas de las impresiones que se recogieron el encuentro. En especial, el ingrediente desconocido fue la cangria, una especie de tubérculo que cultivan en las veredas del cañón del río Melcocho y con el que doña Belma preparó dos recetas que tampoco conocían algunos miembros de la zona. Evidentemente, las prácticas culinarias del cañón tienen un vínculo muy estrecho con su forma de vida, sus cultivos, las tradiciones de campesinos nacidos allí y, de alguna manera, la capacidad de improvisación que tienen estas matronas.
Un joven de la vereda, concluye la comelona diciendo: “es muy importante volver a lo tradicional, algunas de las recetas que hicieron hoy ya no las hacen casi, las han dejado a un lado por lo nuevo, pero lo tradicional es muy importante y hay que reconocerlo”, así, el aprendizaje en el encuentro se hace explícito y tangible.
Encuentro en las alturas de la vereda La Madera
Desde las diez de la mañana sale un bus repleto de familias del cañón del río Melcocho hacia la vereda La Madera, para compartir con los habitantes de allá algunas de las recetas que se hacen en aquellas tierras cálidas. Ellos llegaron, desde el día anterior al casco urbano del municipio.
Al llegar a La Madera, después de una hora de viaje, empieza la preparación del almuerzo para los invitados, en esta oportunidad: los campesinos de El Porvenir. La junta de acción comunal, la manipuladora de alimentos de la Institución Educativa Nuevo Horizonte y el corregidor, hacen la bienvenida y abren las puertas del recinto educativo donde se realizará la romería. Se arma un Karaoke como ante sala para el compartir de la comida.
Después de almorzar un sancocho que rindió hasta para compartir con los que habían llegado con el estómago vacío, se empezaron a disponer las mesas para mostrar las preparaciones de La Madera. Todas las familias que llegaron al encuentro que estaba amenizado con el grupo Los Sonoros, llevaban una receta hecha por ellos mismos, con los productos que se cultivan en la vereda. El mesón completo con todos los platos era del ancho del patio central del colegio, había dulces de fresa, migas y ensaladas con papa, postres con galletas, tortas, dulce de brevas, manjar blanco, entre otras preparaciones.
El estruendo del grupo musical invitó a todos los habitantes de la vereda a que llegaran a la escuela, pues en ese alto plano donde está La Madera, casas bastante alejadas escuchaban la música. Después de un rato, se sumaban aproximadamente 150 personas en la romería.
En esta oportunidad, predominaron las comidas más apetecidas: los dulces y postres. Muy pronto la comida se agotó, pero el encuentro comunitario en torno a la comida siguió su curso, así como la integración entre los habitantes de las veredas. La cocina es una práctica que nos convoca y nos reúne, la concina es una manera fraternal de conocernos, de ser comunidad.
Camino de la vereda es un proceso liderado por el Instituto de Cultura El Carmen de Viboral, la Administración Municipal El Carmen de Viboral “Territorio de vida y paz” y el apoyo del Programa Nacional de Concertación Cultural del Ministerio de Cultura.

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