COMO CRECE MI ORIENTE ANTIOQUEÑO
Más de 5.500 viviendas nuevas se esperan construir en el oriente en los próximos años.
En los 23 Municipios que conforman la región oriental y con la alegría y frescura que da estar en la cima de las montañas que se imponen en el Oriente del Valle de Aburrá, a un promedio de 2.000 metros sobre el nivel del mar, y convivir con nueve cuencas hidrográficas que se extienden por cientos de hectáreas de bosques, ha desatado una vertiginosa conurbación en una región que hoy afronta consecuencias ambientales como la sobredemanda de agua.
Mi Oriente antioqueño, mi paraíso soñado para vivir, ha desestimado los recursos naturales, facilitando privilegiar factores económicos —necesarios en el desarrollo de la región—sobre los ecosistemas, impactados por la construcción inmobiliaria que está desbordada en estos Municipios, acosados por los intereses económicos de unos pulpos constructores, que no les importa la destrucción del medio ambiente, ni tampoco les importa si hay o no factibilidades de servicios públicos, toda vez que con la plata corrupta se organizan las cosas políticas que a diario reclaman por su participación electoral en tiempos de campaña.
Pero es claro pensar en estos momentos y hacer pausa en las prácticas de urbanizadores y preguntarles si existe la conciencia de que sin sostenibilidad no hay vida, ni siquiera con la absurda idea de la devastación ambiental, connotaría el atractivo que hoy representan Rionegro, La Ceja, El Retiro, El Carmen de Viboral o Guarne, entre otros.
El panorama político del Oriente no es optimista. La escases del agua por ejemplo será un dolor de cabeza a futuro para las administraciones públicas, como lo será el desbordamiento desmedido del ultraje al medio ambiente, a CORNARE, sin duda alguna le tocará ponerse al frente de los urbanismos tanto urbanos como rurales, estos últimos con consecuencias de desplazamiento de los campesinos por la compra de las tierras que hoy son agrícolas y que las compran para urbanizar, este panorama es triste y desolador, incluso es más crítico cuando ni siquiera a los Municipios les preocupa esta situación, ni les preocupa que los PLANES DE ORDENAMIENTO se actualicen .
De igual forma es preocupante que algunas de las microcuencas del altiplano presentan estado crítico, porque se está demandando más de la oferta que tienen debido al uso doméstico, urbanizaciones que abastecen cabeceras urbanas, hoteles pero también industria, el comercio que la presión hacia las cuencas es tan fuerte, que muchas quebradas en la región, ante un sol fuerte por ocho días, empiezan a presentar problemas de desabastecimiento afectando los acueductos municipales.
La Corporación Autónoma del Oriente Antiqueño ha presentado unos informes de datos a la oferta hídrica de esta jurisdicción, en donde principalmente habla de los 23 municipios, en donde estima que de los 12,24 km cúbicos al año, que corresponde a 19.855 metros cúbicos anuales por habitante. La misma autoridad ambiental estima que luego de aplicar una reducción por calidad y por estiaje, la disponibilidad es del orden de 9.927 metros cúbicos por habitante cada año. Y, Cornare coincide con los expertos y autoridades e incluso los mismos constructores en que en el Oriente se debe dar un desarrollo más sostenible, y enfatiza que hay voluntad del gremio por respetar el medio ambiente y las fuentes hídricas de la región. Y así mismo añade que hay un acuerdo para trabajar de la mano con Cornare en los procesos ambientales, pues “anteriormente la autoridad ambiental llegaba cuando el proyecto estaba construido y terminado, y ya se había hecho un daño”.
Por lo anterior repito es preocupante que los Municipios no tengan lo planes de ordenamiento actualizados para coordinar bajo las normas de planeación y de la ley.
Para ponerle fin al desorden territorial, toda vez que se revela que la construcción de 5.000 viviendas en el Oriente en los últimos siete años, debe plantear acciones inmediatas.
“¿De dónde van a sacar el agua esas nuevas viviendas, si el agua no está sino en los bosques?”, se pregunta.
Es claro recordar el pasado cuando algunos municipios a través de sus concejos municipales dieron ejemplo de responsabilidad ambiental cuando se debatían los famosos Planes Departamentales de Agua, en donde apuntaba a sostener que la mayor riqueza ambiental del Oriente, está en Argelia, Sonsón, Nariño, San Francisco, San Luis y El Carmen de Viboral con la riqueza hídrica .
“El reto es saber cómo articulamos la gran riqueza del altiplano, donde hay industria, y llegan personas de estrato medio y alto a vivir, con otros sectores con condiciones mínimas en cuanto a infraestructura de vías, viviendas y temas ambientales”, aclara.
“Las planeaciones y empresas de servicios públicos deben ser muy juiciosos al saber de dónde se va a surtir de agua a las comunidades. Y no podemos separar el desarrollo, pero nos preocupa de dónde se va abastecer la gente que está llegando”, y en ese orden de ideas podemos decir cómo crece mi oriente Antioqueño.
Paradoja, “Yo nací y crecí en mi pueblo, rodeado de gentes nobles y amigables y de buenas costumbres, serias y responsables, hoy no se quien vive cerca de mí, casi todos son forasteros, poco saludables, diferentes, no sé quiénes son. Esa es la gente que hoy me rodea y todo ello por el acelerado creciente o urbanístico, y por la gente que busca en mi pueblo otros horizontes y oportunidades”.