TENEMOS PARQUE PARA RATO

torre bicentenaria

Después de esperar por un espacio superior a los seis meses de sufrimiento tanto de comerciantes, de la comunidad en general y de la Iglesia Nuestra Señora El Carmen, pues era un eterno suplicio llegar hasta sus instalaciones para asistir a las ceremonias efectuadas en dicho lugar, de escuchar renegar los propietarios de los vehículos, del polvo, el barro y la incomodidad, se llegó a un feliz término, de ver nuestro bello y moderno Parque Simón Bolivar, terminado y con la amplitud, la claridad, la estética y la monumental Torre Bicentenaria, que forrada en cerámica, símbolo carmelitano, da la sensación de estar en un moderno parque europeo.
Los 10.000 metros cuadrados que se transformaron tuvieron un costo superior a los cinco mil millones de pesos, para recordar a todos los propios y visitantes, la trayectoria histórica ceramista, que con sus hornos y muflas fabricadas la mayoría de las veces con materiales como el mismo barro y limo ubicados en nuestro territorio. La Torre Bicentenaria de 20 metros de altura, forrada con cerámica en retal y clásicas figuras decoradas a mano, como sucede en todas las fábricas carmelitanas desde tiempos inmemoriales tales como Dos Pirámides, Continental, Triunfo, etc. que han servido hasta El Papa Francisco I, la Reina Isabel de Inglaterra, Los Reyes de España, etc.
Las lámparas con bellos diseños fabricados también en cerámica, dan en las tardes y noches una luz especial para enamorarnos tanto del espacio, como de sus gentes amables con estirpe campesina.
El contraste entre lo moderno y lo antiguo, como se puede apreciar desde la mitad del Parque, mirando hacia el Restaurante La Frisolera, con sus marcadas, hermosas ventanas y puertas, con techos antiguos fabricados en tapia fabricada con cagajón de caballo y barro, como se fabricaban anteriormente, que llamaban empañar, pero que tenía una duración bastante larga.
Las bancas forradas en retal de cerámica, dan la sensación de estar sentado en vajillas de porcelana o cerámica carmelitana.
Para su inauguración fueron invitados líderes a los cuales bajo la entrega de la llave hicieron un compro- miso de cada uno de los organismos a los cuales pertenecen, de cuidar, proteger y mantener los árboles que fueron sembrados como símbolo de la abundancia de flora en esta localidad y los cuales servirán para que las aves fabriquen sus nidos, ya que eran grandes bandadas de pájaros en la que a la llegada de los arreboles y el silencio de la noche, regresaban a sus nidos ubicados en las copas de los árboles talados o erradicados por problemas fitosanitarios.
En este sobrio pero caluroso acto, fueron entonadas bellas melodías de bambucos, guabinas y boleros interpretados magistralmente por la Banda Juvenil del Municipio, dirigida por el gran maestro Juan Carlos Hernández, quien ha pasado su vida entregada a enseñar y formar no sólo músicos, sino personas de bien.
Los carmelitanos sienten una profunda admiración y al mismo tiempo tener sentido de pertenencia con tan ella obra.

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